Aunque no pudiese decirse que fuese inesperada por como. básicamente, está la competición si es cierto que la derrota del Conservas Alsur en Gijón pudo desmontar un tanto las expectativas formuladas a la hora de seguir de cerca al líder Alcobendas del que tras este partido le separaban dos puntos y presumiblemente el «average», aunque si es cierto que en todo caso las condiciones de un viaje infrahumano, las lesiones y el peso del rival, que también cuenta, en especial porque se jugaba literalmente la vida hicieron el resto para que los pupilos de Lorenzo y Darío se volvieran de vacío y empezaran la semana con otra nueva ilusión en ciernes como era la de la visita inmediata del que para muchos es la mejor plantilla de la competición caso del BM. Nava que pisando los talones y a un sólo punto de los antequeranos presentaban sus credenciales en el «Argüelles», en otro de esos partidos llamados de lujo, especialmente y sin perder el rumbo y por lo que respecta al cuadro antequerano por saber de donde proviene y cual era su lucha hace muy pocos meses. Desde el pitido inicial pudo apercibirse lo que el partido iba a deparar. Dos equipos cuyas defensas se iban a mostrar expeditivas y carentes de fisuras en las que pequeños detalles harían albergar motivos para creer en la victoria. Un 3-1, de inio antequerano fue respondido por su rival que hacia el ecuador del periodo logró una renta de dos tantos (5-7), respondida por su rival y poco después de igual forma al (9-11), del descanso neutralizado por Luis Castro nada más reanudarse el choque. Los derroteros en la reanudació fueron los mismos, ventajas mínimas visitantes con Casado como estilete ofensivo y cuadro antequerano convencido de que su arma habitual no le podía fallar. Llegados al momento final en el último minuto Darío Ajo colocó la ventaja del 19-20, visitante a la que tuvo que responder desde los siete metros Alberto Castro para concluir el choque con igualdad y justo reparto de puntos.
