Rafael Sánchez Lavado, antiguo alcalde de Sierra de Yeguas, ha tenido el “dudoso honor” de ser la primera y única persona a la que yo he llevado ante los tribunales de justicia en mi ya larga vida y por un presunto delito de injurias y calumnias del que haré referencia más adelante. Sirva este escrito de réplica a su información.
El ex-alcalde de Sierra de Yeguas, Rafael Sánchez Lavado, nos ocasionó un grave perjuicio económico a todos los propietarios de la Urbanización Haza de la Puerta, al declarar públicamente, en Pleno municipal, con T.V. local presente, que dicha urbanización era ilegal. Resulta muy difícil vender parcelas con comentarios tan negativos, como injustificados, con la gravedad añadida que el que los pronuncia es un político municipal, con cargo de alcalde, por aquel tiempo.
Como Presidente de la Junta de Compensación, que fui, denuncié al entonces alcalde, Rafael Sánchez Lavado, con una querella criminal, por un presunto delito de injurias y calumnias. El entonces alcalde fue condenado en sentencia judicial por las citadas injurias. “En base a lo expuesto, no habiéndose proporcionado prueba alguna por parte del denunciado que acredite la verdad de las imputaciones realizadas en el Pleno municipal, y habiéndose proporcionado por el denunciante prueba sólida, suficiente y contundente que acredite que con las expresiones proferidas por el denunciado se ha lesionado su dignidad, menoscabado su fama o atentado contra su propia estimación; consideramos acreditada la comisión de la presente falta de injurias”, dice la sentencia.
Rafael Sánchez Lavado apeló la sentencia ante la Audiencia Provincial, que ratifica sentencia y considera caso cerrado. “ Que desestimando el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia, de 26 de Junio de 2009, pronunciada en el Juzgado de Instrucción número Uno de Antequera, debo confirmar y confirmo dicha sentencia”. FALLO de la Audiencia Provincial de fecha 15 de Octubre de 2009.
Fue motivo de alegría esta sentencia, pues quedó manifiestamente claro que la Urbanización se había hecho dentro de la más estricta legalidad, quedando fuera de toda duda, mi propia honradez.
Existen indicios racionales para pensar que Sánchez Lavado endosó las costas del juicio y la sanción económica (para la Hacienda Pública) con que fue sentenciado con cargo al Ayto. de Sierra de Yeguas. A pesar de que la sentencia nos fue favorable, tuve que abonar los elevados gastos (al 100%) con cargo a mi exclusiva y particular economía.
En la declaración del pasado 12 de Marzo de 2014, entregué a la Sra. Jueza, el DVD con las declaraciones íntegras del mismo. Entregué, asimismo, original del escrito “Cartas al Director” del Diario SUR. En la citada carta, no se puede ver el menor indicio de injurias, ni leyendo la carta con lupa. Era otra réplica a Sánchez Lavado.
Finalmente rogué encarecidamente a S.Sª. un “careo” con Rafael Sánchez Lavado, para un mejor esclarecimiento de los hechos. Tengo la esperanza en que la Sra. Jueza, considere oportuno y conveniente dicho careo.
Afirmo que nunca fui ni amigo, ni enemigo del ex-alcalde. Hasta en tres ocasiones me envió Rafael Sánchez un emisario para que yo quitase la denuncia. Confieso, sin ningún género de dudas, que la hubiese quitado, para ello ni siquiera hubiese sido necesario que se disculpase o pidiese perdón, solo con reconocer su error públicamente, en el mismo lugar y desde otro Pleno municipal, me hubiese bastado. No reconocer su error y quitar la denuncia equivaldría a decir que, definitivamente, la urbanización era ilegal, y ….. ¡por ahí sí que no paso!
El origen de todo este conflicto fue por mi negativa en vender a Sánchez Lavado dos parcelas de la urbanización, si no se efectuaba el pago total de las mismas, en notaría y al escriturar.
Como gestor que, en aquellos momentos era, ni debía, ni podía, ni quería vender las parcelas con contrato y con pagos aplazados en el tiempo. Tenía, en aquella fecha, la obligación de gestionar eficazmente y dar información a resto de familiares co – propietarios de las parcelas.
Termino afirmando que es de notable torpeza confundir las injurias y calumnias con hechos veraces, ciertos y conocidos. Las críticas o censuras basadas en hechos reales y demostrables, son algo inherente a la libertad de expresión, más aún, tratándose de cargos políticos, por su función pública, como es el caso del ex – alcalde Rafael Sánchez Lavado.
Sirva un ejemplo:
Internet. Ir a “Google”. Teclear “Rafael Sánchez Lavado” y pulsar Intro. En breves segundos aparecerá en pantalla un enorme listado de episodios lamentables, escasamente merecedores del aplauso y difícilmente catalogables de ejemplares. Son documentos públicos a los que tienen acceso cualquier persona. ¿Denunciará Rafael Sánchez Lavado a todos esos periodistas por injurias y calumnias?
