Alto, que no se pierda ni un minuto más. Seamos sensatos y coherentes. Adentrémonos en el interior de nosotros mismos y tengamos la capacidad de descubrir toda la realidad que existe en esos países repletos de miseria, abundantes en pobreza y con gran capacidad de engendrar, desesperación y hambre. No nos quedemos en el mundo de la ignorancia. Y conforme a nuestros principios, formemos y fomentemos todo tipo de actuaciones, asociaciones y conclusiones, que el mundo requiere para tenderle la mano al que más lo necesita. Sigamos sacando de nuestro interior la gran capacidad de entrega y sacrificio, para con el prójimo. Si nos quedamos inmóviles ante la gran miseria que asola casi la mitad del globo terráqueo, estaríamos sucumbiendo como personas. Si nos olvidamos de colaborar de acuerdo con los muchos modos que existe en la ayuda contra la el hambre, deberíamos de dejar de comer nosotros mismos, así comprobaríamos que mal se pasa. Si nos encontramos inmersos en la pobreza y nadie pone interés, ni se preocupa por erradicarla, entonces seremos nosotros mismo los que nos autodestruiremos. Por todo ello seamos valientes y valioso, y así juntos poder construir un mundo más solidario y más justo. Siempre hablamos de los deberes y derecho del ser humano, pero sobre todos, estos últimos jamás pueden ser violados.
Manuel Hidalgo
