Desde hace ya una semana la calle Plato de Antequera está abierta al tráfico rodado después de las obras de adecuación que el ayuntamiento ha realizado en la misma.
La reforma ha durado seis meses, ha necesitado a 40 trabajadores y ha supuesto un coste de 211.000 euros (Plan Profea), según han explicado el alcalde, Manolo Barón, y el concejal José Ramón Carmona.
Con la consecución de esta obra y la de calle Belén, que se abrió recientemente, según Carmona, se han realizado ya las «actuaciones más costosas» debido a su longitud y los trabajos que había que hacer.
En especial, calle Plato «técnicamente era una de la actuaciones más urgentes que teníamos que desarrollar», había que resolver «desperfectos en el abastecimiento y saneamiento», ha asegurado Carmona. Además, había que sumarle los trabajos para que cumpliera con las normas de accesibilidad, ya que según Barón «no guardaba ninguna medida legal» de este índole.
Para la comodidad del peatón, la calzada y acera están ahora a la misma altura, habiéndose eliminado los pivotes para facilitar la «permeabilidad entre peatones y coches». Aún así, Barón ha recordado que aparcar sigue estando prohibido, y que así lo recuerdan dos discos y dos líneas amarillas continuas.
La calle Plato, al ser una perpendicular de Merecillas, se ha tenido que trabajar en la diferencia de altura resultante entre la primera y la segunda. Y para ello se ha construido un «encuentro» que supone el inicio del trabajo en Merecillas, apuntando Carmona que próximamente (en dos fases) se adecuará esta vía, que es la «calle con más comercios de la ciudad, y la más inaccesible».
