En el otoño, tiempo para cuidarse de los cambios de temperatura, consejos para la gripe

José Ignacio Blanco González. Médico
Especialista en Medicina Preventiva del Área Sanitaria Norte de Málaga

Es una
enfermedad habitualmente leve producida por un virus (influenzae) que produce
fiebre, síntomas respiratorios como tos, dolores musculares y malestar general,
entre otros.

Su evolución
puede ser más grave cuando afecta a enfermos crónicos, con problemas de la
inmunidad, embarazadas, etc.

Es una
enfermedad de fácil contagio y se transmite por las secreciones respiratorias
que se generan al toser, hablar o estornudar los enfermos. 

Existen
medidas higiénicas adecuadas que pueden evitar su transmisión tales como:

– Utilizar
pañuelos desechables para taparse la boca y la nariz cuando se tose o estornude

– Mantener una
correcta higiene de manos.

– Evitar el
contacto de las manos contaminadas con los ojos y la boca.

Al ser una
enfermedad vírica no hay un tratamiento eficaz y, por lo tanto, se combate la
sintomatología que produce, por ello, para afrontarla es muy importante tener
buena salud y un sistema de defensa fuerte lo que se consigue con hábitos de
vida sanos, alimentación equilibrada y ejercicio físico, así como evitar el
tabaco y el sedentarismo.

Por otra parte,
una forma de evitar las enfermedades infecciosas son las vacunas.

Las vacunas
son unos medicamentos que inmunizan frente a determinadas infecciones.

Habitualmente,
están compuestas de partes o fragmentos de los agentes infecciosos que
introducidos en el cuerpo humano hace que este reaccione produciendo los
anticuerpos que son fundamentales en la lucha contra las infecciones.

Si, porque
todavía mucha gente cree que las vacunas están compuestas por bichos o microorganismos
vivos pero atenuados. Pero lo habitual es que sean microorganismo muertos o
fragmentos de ellos.

La vacuna
antigripal que se utiliza para la campaña están elaboradas con fragmentos o
partes del virus gripal, además sería bueno aclarar que éste virus está
cambiando o mutando continuamente y las vacunas se elaboran en función de los
virus que han circulado en la temporada anterior aislados en determinados
laboratorios de referencia que la OMS tiene por el mundo y, es por ello, por lo
que la vacunación se debe repetir anualmente para que sea eficaz.

Un matiz
importante es que la vacuna previene la gripe no los resfriados ni catarros

Y por supuesto,
ninguna vacuna es efectiva al 100% pero una persona vacunada tiene menos
posibilidades de padecer la gripe y cuando la padece suele ser menos grave.