Cada año crece el número de consumidores que eligen la red para comprar cualquier tipo de artículos. Desde ropa, zapatos hasta electrodomésticos o seguros. Nada queda ya ajeno a que se compre o venda en Internet pero debemos saber que los que eligen este medio tienen derecho a ser protegidos frente a abusos tal y como si adquirieran los mismos productos en una tienda física. Ahí van algunos consejos.
Cuando entres en una página revisa qué empresa hay detrás, si tiene número de teléfono o identificación fiscal por si tienes que hacer alguna reclamación o denuncia.
Los datos del producto deben estar bien identificados o asegúrate de que es lo que buscas porque si reclamas tendrás que adjuntarlos para justificar que lo que has recibido no es lo que esperabas.
El distribuidor debe identificar bien el precio del producto en la moneda del país donde lo vende, así como indicar si el envío es gratuito o tiene algún coste adicional.
Comprar por internet no debe significar que si no estás de acuerdo no puedas devolver el producto, asegúrate del proceso a seguir en tal caso y si hay garantías en la compra para la devolución.
Para comprar siempre te piden datos personales que vienen regulados en los términos y condiciones de privacidad, aunque siempre lo pasamos desapercibido dedica un tiempo a leerlos para saber qué harán con ellos y sobre todo está prohibido que conserven tu número de tarjeta. Verificar que la dirección empieza con https es una forma de saber que la web es segura.
