El jamón es plato estrella en cualquier celebración o festejo que se precie. Una de las joyas de la corona de nuestra gastronomía que como cada año se convierte en protagonista de la Feria del Jamón de Campillos, Fiesta de Singularidad Turística Provincial, que ayer cumplió su séptima edición. Platos a 3 euros que fueron degustados por unos 12.000 turistas que se acercaron a aprovechar la oferta de un mangar que para muchos, por el azote de la crisis, se ha convertido en alimento inaccesible.

La mala situación financiera ha afectado a un sector tan asentado como el porcino. La producción ha ido descendiendo en los últimos años desde el inicio de la crisis económica en la provincia. Desde 2010 a 2012 la caída fue de un 12 por ciento aproximadamente. En los dos últimos años la producción se ha ido manteniendo estando ahora en las 272.303 cabezas de porcino.

A pesar de ellos en los últimos meses el sector se ha visto salpicado por la crisis de Rusia, con el descenso de sus precios. Así lo indicó a la Opinión de Málaga, Vicente Jiménez, director de la Oficina Comarcal Agraria (OCA): «el precio está casi al coste de la producción. Apenas cubren gastos». Un sector que en la provincia de Málaga se concentra en Campillos, Teba y Almargen principalmente, poseyendo el 90 por ciento de la producción, según los datos de la OCA.

A precio de oro Asimismo, Antonio Gallardo, que regenta una carnicería en Campillos, con 12 años de experiencia, aseguró que cada vez se venden menos jamones ibéricos: «los precios están muy altos porque se produce poco». Así, la Feria del Jamón, que contó con 70 empresas participantes, tuvo jamones a la venta desde los 95 a los 500 euros.

Isidro Sánchez, de Detalles Ibéricos de Campillos, hizo hincapié en que siempre hay que estar bien asesorado por un experto para elegir un buen jamón porque «hay muchos timos con aquellos que te quieren vender un buen jamón por uno de mala calidad». Sánchez destacó la textura de un buen jamón cuando «se deshace en la boca porque lleva una grasa que es aceite puro, una grasa movida, porque el cerdo ha andado».

De otro lado, el turista que ayer se paso por Campillos pudo degustar varios tipos de jamón, cuya calidad se presenta diferenciada por el color. Por un lado. el Negro, más conocido como el jamón «de pata negra», que son aquellos cerdos que se crían con bellota 100%; el Rojo, los bellota ibéricos; el Verde, para los de cebo de campo ibéricos, que son los cerdos que también suelen salir al campo y el Blanco, para los de cebo ibéricos, que permanecen encerrados.

Los embutidos también tuvieron su presencia en la feria del jamón. Salchichón, chorizo, caña de lomo, o morcilla, todos los productos derivados del cerdo fueron también objeto de compra y degustación por visitantes que se desplazaron desde Sevilla, Cádiz o Córdoba .

La concejal de festejos de Campillos, Rosa Mora, destacó que la feria del jamón es una de las «más consolidadas y ha contado con un gran auge y un aumento exponencial tanto de visitantes como de empresarios desde el primer año».

Por su parte, el alcalde del municipio de Campillos, Jesús Galeote, resaltó que la Feria del Jamòn es «también un acicate para las empresas de hostelería locales, que incrementan sus ventas en esta jornada festiva gracias al gran número de visitas que recibe el pueblo».

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