Padres, madres, directivos, jugadores y aficionados compartieron pista en el pabellón Agustín Rodríguez
La tarde del viernes, el pabellón Agustín Rodríguez se volvió a quedarse pequeño. Un año más, el Club La Vega Vóley celebró su tradicional entrenamiento navideño, una cita muy especial que reunió a todos los estamentos de la entidad: miembros de la directiva, jugadores y jugadoras de todas las categorías, tanto federados como de la escuela deportiva.
El evento reflejó a la perfección la pasión, el compromiso y la unión de la gran familia que forma La Vega Vóley. El pabellón acogió una tarde única de vóley, en la que padres, madres, directivos, jugadores y aficionados compartieron pista en partidos llenos de diversión, buen ambiente y auténtico espíritu deportivo. No faltaron las risas, las jugadas emocionantes y la participación especial de Papá Noel, que también se animó a sumar puntos espectaculares.
Durante los tiempos muertos, el ambiente se volvió aún más cálido y festivo gracias al reparto de mantecados y polvorones, dulces tradicionales que pusieron el toque navideño y dulce a la jornada.
«Sin duda, fue una tarde cargada de compañerismo, risas y mucho vóley, que dejó grandes recuerdos entre todos los asistentes y volvió a demostrar que, más allá de la competición, La Vega Vóley es una gran familia. La conexión entre padres, jugadores, directivos y aficionados se hizo visible en cada jugada, en cada sonrisa y en cada gesto de apoyo mutuo», han manifestado desde el club.
