Sinopsis
Verónica lleva la típica vida de cualquier adolescente… Hasta que un día decide realizar la ouija. El juego sale mal, y desde ese momento es acosada por una entidad maligna.
Opinión
He de admitir que la crónica negra española y los casos misteriosos y peliagudos de los años noventa me fascinan, por eso me eché a temblar cuando se anunció una película basada en el mítico Expediente Vallecas, el único caso de fenómenos paranormales documentado por la policía. Suponía que no se ceñirían a la realidad y que todo estaría sazonado con toneladas de efectismo y sustos fáciles.
En parte estaba en lo cierto… y en parte no.
La película de Paco Plaza toma como punto de partida el Expediente Vallecas, y lo usa como un lienzo sobre el que dibujar una historia diferente aunque de similar estructura. No sólo eso, sino que además se permite colar una segunda lectura más o menos sutil sobre ese aterrador y traumático momento de la vida en que dejamos de ser niños y nos convertimos en adultos.
Reconozco que hubiese preferido una visión más ceñida a los hechos reales, más suave, pero entiendo que eso no habría dado para una película… o al menos no para una comercial. Por ello, y aunque en un principio fuese reticente (tanto que ni siquiera sentía interés por verla, y si para colmo le sumamos un trailer horrible…), comparto la decisión de haber aderezado la historia con elementos propios del cine de terror puro y duro (James Wan es un referente clarísimo), y lo comparto porque les ha salido bien. Aunque se recurra a tópicos y cosas mil veces vistas, en ocasiones lo que importa es CÓMO te lo cuentan, no QUÉ te cuentan.
A pesar de algún susto facilón y alguna subida de volumen, recursos siempre mediocres y poco imaginativos, lo cierto es que la película, pese a alejarse de la realidad en pos de la comercialidad, nunca o casi nunca cae en la exageración fantasiosa. Dentro de su buscada espectacularidad, en general se mantiene dentro de los márgenes de la mesura.
A esto hay que sumarle el estupendo trabajo de dirección de Paco Plaza, toda una lección de buen gusto y elegancia, y la notable interpretación de la protagonista, una enorme (y debutante) Sandra Escacena.
También me veo en la obligación de comentar lo bien representados que están los años noventa en la película. El trabajo de ambientación ha sido perfecto.
El trabajo de ambientación ha sido perfecto
Y hablo de esto porque considero que un entorno y época reconocible, siempre ayudará al espectador a meterse en la película. Si esta película hubiese transcurrido, por ejemplo, en el Washington de los años setenta, no habría sentido lo mismo que en el caso de Verónica, ubicada en los noventa españoles, una década y un lugar que viví, olí y toqué.
Si la película es buena, todo esto que estoy diciendo importa poco o nada… pero eso no quita que una ambientación cercana resulte una ayudita para sumergirnos de lleno en las historias.
En resumen, Verónica no inventa nada que no hayamos visto ya, pero incluso así supera a la inmensa mayoría de actuales películas de terror comercial llegadas de EEUU. Verónica ha sido realizada por alguien que tenía ganas de contar algo, y de contarlo bien.
TRAILER
