Sinopsis
El grupo de guardianes macarras e inadaptados continúa sus aventuras por las infinidades del cosmos, pero se verán obligados a realizar una parada en el camino tras toparse con el misterioso padre de Star-Lord, algo que les acarreará varios dolores de cabeza.
Opinión
Tras la sobresaliente primera parte, era necesario y obligatorio recuperar a estos carismáticos personajes de Marvel. Suele decirse que las segundas partes pierden la frescura de la original (también dicen que segundas partes nunca son buenas, pero no me voy a molestar en desmentirlo porque se sabe que eso es falso), y es evidente que Guardianes de la galaxia 2 ha perdido el factor sorpresa de su predecesora, pero es completamente natural y lógico. Sin embargo, pese a esto que digo, ¿es inferior? En mi opinión, no.
Puede que el factor sorpresa se haya esfumado (insisto, es lógico), pero en muchos aspectos esta secuela es superior a la primera. Más espectacular, más divertida, más graciosa… Y, otra vez, como ocurría en la anterior entrega, es eficazmente emotiva cuando la situación lo requiere. De nuevo tenemos a un grupo de personajes principales y secundarios que derrocha carisma (Baby Groot es el Gizmo de nuestro siglo), una selección musical que quita el hipo y unos efectos especiales fabulosos.
Estando James Gunn a los mandos de la dirección y el guión, el resultado es una película gamberra y llena de referencias a la cultura pop de los 80. No es el James Gunn gore y escatológico de Slither o Super, pero dentro de las limitaciones naturales impuestas por el estudio, hace todo lo posible para que la película, aun formando parte del Universo Cinematográfico Marvel, se aleje de sus películas hermanas y destaque por un tono más independiente, desvergonzado y absurdo. La primera ya jugaba a eso, pero la secuela lo acentúa.
Guardianes de la galaxia destacaba no sólo por ser distinta al resto de películas del UCM
Guardianes de la galaxia destacaba no sólo por ser distinta al resto de películas del UCM, sino también por incluir en la banda sonora numerosos temas pop/rock de los 70 y 80, algo poco o nada habitual en este tipo de cine. La secuela, como no podía ser de otra forma (recordemos que la presencia de estas canciones es mucho más que un simple adorno) repite esta tendencia musical, e incluso diría que consigue lucir más los temas presentes en la banda sonora.
Secuencias como la de créditos iniciales (donde la cámara se centra en el bailoteo de Baby Groot mientras, en segundo, los protagonistas luchan contra un gigantesco engendro tentacular… ¡pero el director no nos deja verlo! A eso llamo yo dinamitar las expectativas y los tópicos) o la de Yondu arrasando con su flecha al ritmo de Electric Light Orchesta y Jay & the americans respectivamente son buena prueba de ello.
En resumen, si Guardianes de la galaxia nos gustó, su secuela también nos gustará; es igual, pero… con más de todo.
TRAILER
