Juguete adictivo para miles de jóvenes en todo el mundo, distracción insoportable para otros, sobre todo para padres y docentes, el Fidget Spinner se ha convertido en la última moda del ocio de la que no se deja de hablar en Internet y en especial en las redes sociales.
En páginas como Youtube hay decenas de vídeos que explican desde cómo se usa y qué trucos se pueden hacer con ello en las manos hasta cómo construir modelos caseros o con una impresora 3D.
Los menos mañosos los pueden adquirir en jugueterías y bazares a precios que van en la mayoría de los casos desde los 3 hasta a los 10 euros. También la Red se ha inundado de estos aparatos, con web que los vende desde un dólar -unos 90 céntimos- hasta otros que pueden llegar a los miles de euros. Todo depende de los materiales empleados en su fabricación y de las adaptaciones realizadas al modelo original: un rodamiento metálico en la parte central con tres cabezas de plástico o metal que impulsan el giro.
En el mercado se pueden encontrar spinner elaborados con otros materiales como aluminio, titanio e incluso otros adornados con brillantes. En cuanto a las formas, también los hay de todo tipo desde bicabezales hasta otros compuestos por nueve ruedecillas que giro, circulares, acabados en punta, considerados algunos de estos últimos peligrosos. También los hay con pequeños led y que se iluminan en la oscuridad, con formas objetos de superhérores como el escudo del Capitán América o la icónica silueta de Batman.
