En los meses de verano, debido a la necesidad de dormir con las ventanas y balcones abiertas, los casos de estrés y de insomnio pueden llegar a triplicarse en algunas localidades, sobre todo aquellas turísticas y costeras. Ésta es la otra cara de las terrazas y bares nocturnos que tan atrayentes son al principio del verano, sin embargo, pueden llegar a provocar fátiga crónica, irritabilidad, bajo rendimiento, taquicardias y crisis agudas de ansiedad.
Sin embargo, y al contrario de lo que pueda parecer, el estrés y el insomnio son dos problemas que deben ser tratados con un programa de actuación determinado y completo para evitar así que la persona que lo sufre entre en un círculo vicioso en el que ni el estrés ni la ansiedad le dejen salir.
Hay varios casos a lo largo de la geografía española, uno de ellos es el caso de Magaluf, en Mallorca, donde hay muchas protestas vecinales en torno a este tema, sobre todo, por las características turísticas de la zona. Otro caso es el de los vecinos de Azca, en Madrid, cuyas protestas han llevado a proteger la zona debido a niveles de contaminación acústica muy elevada.
También se encuentran en esta situación los ciudadanos de Barcelona, donde el 68 por ciento de los ciudadanos se encuentra expuesto “en algún momento” a niveles de decibelios que duplican e incluso triplican la tasa permitida. De esta manera, y debido a este abuso en la barrera del sonido, los vecinos de la Vila de Grácia o de Ciutat vella protestan cada año. Además, desde el Ayuntamiento de Sevilla también se están empezando a tomar medidas, afirmando que “se sancionará duramente a quienes arrastren las sillas en las terrazas”.
Sin embargo, y por difícil e insuperable que parezca la situación en las ciudades anteriormente mencionadas, la cosa aún se empeora más en zonas costeras y turísticas como Benidorm, Málaga o Almería, donde la situación ha llevado a tal grado que los vecinos afectados se han organizado en diversas plataformas de ‘afectados por el ruido’. Desde estas asociaciones denuncian los hechos con el fin de lograr que las alcaldías pacten medidas de conciliación con las distintas asociaciones de hosteleros y empresarios.
