Es conocido que a los nuevos «liberales» que gobiernan nuestras administraciones no les interesa en absoluto la cultura. Y por ella entiendo cualquier expresión de índole artístico que reúna manifestaciones libres en poesía, narrativa, teatro, danza, música, escultura, cine u otras artes audiovisuales; en definitiva cualquier creación que proceda del intelecto y permita al ser humano expresarse libremente.
Los «artistas» siempre han sido un colectivo incómodo para algunos. Han aprovechado esta oportunidad de expresarse libremente en distintas áreas, para denunciar y reivindicar temas desagradables para unos, pero necesarios para otros. También durante años, fueron la única manera de hacer llegar a los de arriba la voz del pueblo, aunque por ello tuvieran que pagar un alto precio.
La aplicación de políticas como la subida del IVA cultural unida a los recortes a nivel nacional, o la ausencia de programas y proyectos culturales concretos en ciudades como la nuestra, han provocado un daño quizás irreversible y sobre todo que sea la asignatura pendiente y de manejo prioritario, para los equipos de gobierno de los próximos años.
La pasada semana, el candidato socialista Javier Duque, presentaba un decálogo de propuestas culturales para que «Antequera vuelva a ser una ciudad viva y creativa». El objetivo es recuperar el tiempo perdido en este aspecto, y sentar las bases sólidas para que nuestra ciudad se convierta en referente cultural, disponiendo de una programación estable en esta materia ahora y en el futuro.
La creación del plan «Antequera crea», la cesión de espacios públicos para fines culturales, el apoyo económico mediante becas, el apoyo a la gestión de industrias culturales, un portal web específico de cultura, la creación de un consejo cultural de la ciudad, el relanzamiento de festivales con los que actualmente contamos y que son referentes a nivel nacional, o la creación de otros nuevos que demanda la ciudad, son medidas que resultan esperanzadoras para todos los que añoramos una Antequera viva, moderna, inquieta y por qué no, divertida.
Dicen que en tiempos de crisis aflora la cultura, démosle la oportunidad al antequerano y antequerana de demostrarlo.
Antonio Carrillo
