Después no ser especialmente positivas las sensaciones tras la última derrota frente al San Pedro, que de todos modos dejó una situación similar en la tabla a la jornada precedente aunque con una más disputada y al Villacarrillo sólo recortando un punto a los blanquiverdes, es obvio que los planes de Juan Carlos Cuevas pasaban por tener que dirimir, en función del calendario, tres salidas de cuatro partidos restantes, la salvación matemática lejos de «El Maulí» y en base a ello su equipo se disponía a no agotar las balas de su recámara y y aprovechar su primer «match ball» que se producía ayer Domingo con motivo del desplazamiento a un campo ifícil como el del Guadix que aunque no se jugaba mucho más allá de la reputación o el honor ya que los puntos tampoco le eran vitales.
El encuentro de inicio no mostraba superioridad manifiesta de ninguno de los contendientes hasta que un error en defensa antequeranista fue finiquitado por Joselu para poner por delante a los suyos (M.16).
En ese primer periodo el cuadro granadino dejaba jugar lo que facilitó que el Antequera creara algúnh peligro especialmente en un testarazo de Maero que estuvo muy cerca del empate (M.32). Con todo, la desgracia se alió con los de Cuevas ya que Villar y Maero caían lesionados antes del descanso, todo un contratiempo del que tuvo que reponerse su equipo en el tiempo que restaba que era todavía mucho.
Con un cuadro antequeranista dispuesto a buscar el objetivo matemático, tras la derrota de Villacarrillo, la segunda mitad no pudo empezar mejor ya que Marcos de disparo seco nada más iniciarse este periodo lograba la igualada (M.47), no obstante y a falta de siete minutos para la conclusión un penalti discutible señalado y transformado por Pedro Corral dejaba los puntos en casa.
