Antequera ya cuenta con su propia sevillana. Una canción en la que se ensalza su «Historia viva» y «piedras milenarias» y que ha llegado de la mano del artista Manolo Medina, en el pregón de la Real Feria de Agosto, que ha ofrecido en la noche de este miércoles en el Ayuntamiento.
El patio del Palacio Consistorial de Los Remedios se ha quedado pequeño para acoger un acto que ha acabado con la interpretación de esta «primera sevillana dedicada» a la ciudad, con letra de Fernando Moreno y música de Pedro Gordillo, a cargo de un Falete que puso en pie al público congregado.
Final musical y preludio igual que ha tenido el acto de la mano del pianista flamenco Joaquín Pareja Obregón, con una actuación en la que ha ofrecido un adelanto de su próximo trabajo ‘Homenajes’, con un recuerdo hacia Rocío Jurado, y que ha contado con la participación de la bailaora Rosa Ruiz.
Tras esta primera actuación musical, el Ayuntamiento quiso tener un detalle con la anterior regidora, Mari Paz de la Linde, y agradecer el pregón «emotivo y sentido» de 2015 al director de la cadena SER, Vicente Jiménez, al que se le ha entregagdo el símbolo de la imagen de la candidatura del Sitio de los Dólmenes a Patrimonio Mundial de la Unesco.
Leídas la resoluciones de la Junta de Gobierno en las que se ha declarado oficialmente regidora de la Real Feria de Agosto a Pilar Parejo y pregonero a Medina, ha llegado el turno del pregón, uno en el que como el propio artista ha asegurado, quería romper con todas las «reglas» establecidas en este tipo de actos.
Y tanto que lo ha hecho. Hasta el punto de ‘confundirse’ de pregón. Y es que, ha aparecido ataviado con una túnica negra, cual penitente de Semana Santa. ¿El motivo? Según ha explicado, cuando lo llamaron del Ayuntamiento entendió que querían un pregón «cosa seria». Error. «Feria, feria», ha insistido su amigo Javier Vallespín para sacarle del error.
Esta licencia teatral ha servido para sacar las primeras carcajadas de la noche al público asistente al acto. En su intervención Medina no ha dejado de ensalzar la ciudad, aquella «de los pinceles de Antonio Montiel, las letras de oro de Muñoz Rojas» o como le gusta añadir a Vallespín «los huevos» del árbitro José Luis Paradas Romero.
Precisamente, una tapa de estos, del Juanchi, es una de las cosas que más le gusta de Antequera a Medina, según ha admitido. Tampoco se ha olvidado de los molletes o de la «papas» de la Venta El Conejo, y menos aún de su «amigo» y «compañero de viaje»: Javier Vallespín, para quien esta noche se unían a dos tierras: «la antequera milenaria» y a la ciudad gaditana de Jerez, «cuna del flamenco y la montera».
Vallespín trabaja con Medina desde 2013 en su obra ‘Dos hombres solos sin punto com ni na’, y desde entonces, como ha asegurado en su pregón, cuenta en la localidad con su otra familia, hasta el punto de sentirse «mucho más antequerano que jerezano».
